El Palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más emblemáticos de Zaragoza y un ejemplo sobresaliente de la arquitectura islámica en España. Construido en el siglo XI como residencia de los reyes hudíes de la taifa de Zaragoza, el palacio destaca por su imponente fachada y sus elegantes interiores, que reflejan el esplendor de la cultura islámica. Entre los elementos más notables se encuentran el Patio de Santa Isabel, con sus arcos lobulados y jardines, y el Salón Dorado, conocido por su intrincada decoración de yeserías y artesonados de madera.
A lo largo de los siglos, el Palacio de la Aljafería ha tenido diversos usos, desde residencia real y fortaleza militar hasta sede de la Inquisición y, en la actualidad, alberga las Cortes de Aragón. Su evolución arquitectónica incluye añadidos cristianos, renacentistas y barrocos, convirtiéndolo en un símbolo de la convivencia de diferentes culturas. Este monumento ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como parte de los monumentos mudéjares de Aragón, y su visita ofrece un viaje fascinante a través de la historia y el arte de la región.
El palacio está abierto de lunes a domingo, con horarios de 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:00. Los horarios pueden variar según la temporada y los eventos oficiales.
No es necesario, pero se recomienda especialmente durante la temporada alta y fines de semana para evitar colas y asegurar la entrada, ya que las visitas pueden tener límite de aforo.
Sí, se ofrecen visitas guiadas en varios idiomas. Las visitas guiadas están incluidas en el precio de la entrada general y son altamente recomendables para conocer en profundidad la historia y los detalles arquitectónicos del palacio.